Sunday, July 05, 2009

Una Carcel sin Barrotes


“…Aunque pueda haber dicho hace poco que envidio al hombre normal,
hasta la última gota de mi bilis, a penas lo veo tal como es
prefiero renunciar a la normalidad (aunque no por ello deje de envidiar al ser normal!)
¡No, no; el subsuelo es preferible a la normalidad!
Allí al menos se puede…¡Ah! ¡ Ya estoy mintiendo!
Miento porque estoy sinceramente convencido tanto de que dos y dos son cuatro
de que no es el subsuelo en sí lo que más vale, sino algo emparentado a el
y a la vez distinto, a lo cual aspiro, pero que no sé bien qué es.
¡Al diablo el subsuelo!.”
(Memorias del Subsuelo – Fedor Dostoieveski)



Aquel domingo me dirigí como de costumbre a visitar a mi amigo al instituto neuro-psiquiátrico, al llegar noté con cierta curiosidad que todos los internos me observaban de forma especial, se codeaban entre ellos para señalarme y avisarse mutuamente sobre mi presencia con un murmullo que hacía eco en todo el recinto.

Caminé entre ellos por el largo pasillo que conducía al parque sin poder evitar sentirme horriblemente intimidada. Mi amigo se hallaba de un humor extrañamente especial, sonreía y caminaba con aires de súper estrella un poco más adelantado que yo, cada tanto saludaba con un gesto de su cabeza o su mano a los curiosos que se aglomeraban y para cuando llegamos a la puerta que da al parque teníamos detrás toda una multitud que nos había seguido hasta allí.

-que esta pasando Rantes?- susurre al oído de mi amigo. Pero el solo sonrió y me invitó a pasar al patio haciendo un ademán con su mano como una reverencia y solo entonces pude notar que allí en el banco del fondo se encontraba sentado un tipo rodeado de gatos que escribía muy concentrado algo en un anotador con un lapicito casi minúsculo que parecía manejar con envidiable habilidad.

Y como si algo dentro mío supiera exactamente que hacer, fui directo hacia el y al hacerle sombra con mi propio cuerpo detuvo el movimiento casi frenético de su lapicito, cerro el anotador, lo apoyo cuidadosamente a su lado y levantó la cabeza para observarme. Su rostro me resultaba familiar, pero no podía pensar, solo observarlo.

Así estuvimos por unos minutos, el parecía inspeccionar detenidamente cada detalle en mi, sobre todo en mis ojos y en mis manos (los dos lugares en donde pronuncio su mirada con mayor detenimiento) y yo como siempre, escaneé su alma como hago con cada ser que se me cruza…el problema fue que lo que vi me lleno de una angustia y pena insoportable, cosa que me hizo dar un paso casi de inercia hacia atrás.

-De ahora en mas…-me dijo- todo lo que hagas o veas será solo producto de tu mente…- su voz era como la de un locutor de radio, grave y dulce, perfecta pronunciación, armoniosa tonalidad…
-Mi nombre es Wanda-dije con sonrisa
-Félix Radvanyi, a sus ordenes…-contestó amablemente inclinando su cabeza
-Y…dígame que es lo que los trae hoy a estar todos aquí reunidos… y porque se me quedan todos mirando asi??- (-…todo lo que hagas o veas será solo producto de tu mente?????...-medito el tipito)

El Sr. Félix rió y de hecho escuche que todos los demás también lo imitaron y yo también empecé a reírme, como siempre que empiezo a ponerme nerviosa…

-solo un loco no reconocería un hada cuando la ve…-

Aquellas palabras me dejaron en un estado inmutable de estupefacción durante algún tiempo imposible de precisar ahora (-ni nunca…-), lo único que recuerdo es que en los ojos del viejo serpenteaba una especie de fulgor ámbar alrededor de su iris azulado, “es el reflejo del sol” pensé (-o del whisky…- )

-Y ahora dejémoslos solos para que puedan charlar…vamos, vamos…todos a lo suyo…-decía mi amigo haciendo unas palmas y todos acataron obedientemente a sus palabras. El también se retiro dejándonos completamente solos en el parque. Los únicos que se quedaron fueron los gatos.
-Así que tocas el clarinete…-
-ay! ya le estuvo chusmeando este Rantes…!- dije intentando naturalizar aquella charla.
-No. La verdad que con tu amigo hablamos muy poco, pero lo poco que hablamos sirvió para ponernos de acuerdo. El te cela mucho…cree que sos su hada madrina…y por supuesto no va a dejar que nadie se la robe. Por suerte pude hacerle comprender que aquello es imposible, ya que las hadas madrinas solo pueden ser asignadas a una sola persona a la vez guiñó un ojo- y como vos le fuiste asignada a “Rantes Solar”, por mas que vos hables y compartas con nosotros no significa que vayas a cambiarlo ni dejarlo-

-y el le creyó todo eso?…-dije comenzando a dudar de su locura
-Por supuesto. Todo lo que le dije es la más absoluta verdad-. Mis dudas se disiparon de inmediato- tu amigo me mostró unas cintas que me gustaron mucho…pedí que me las copiara el Doc aprovechando que quiere agraciarse conmigo y ahora puedo escucharlas mientras escribo todas las noches en un walkman con pilas recargables que también el me consiguió-
-que escribe?-
-por qué el clarinete?...porque elegiste el clarinete y no otro instrumento?-
-en realidad me gustan todos…pero, una vez, siendo muy chica mi papá me llevó a un concierto al aire libre en Parque Lezama que realizaba la Orquesta Sinfónica Nacional, y recuerdo que las mujeres tocaban el arpa- (-que macabra alegoría…-acotó mi tipito) –o el violín … salvo por una… que tocaba el clarinete. O sea, era la única mujer interpretando algo distinto al resto de su género. Hoy puedo entender que aquello haya sido solo una casualidad de un hecho circunstancial, sin embargo, en aquel momento debí de haberlo interpretado como un desafío trasgresor, heroico, llevado a cabo por aquella mujer, única en su especie… Asique cuando me inscribí en un conservatorio a los 12 años, mi subconsciente –que todavía recordaba aquello- me hizo decidir por el.
-el clarinete es especial para vos es como si estuvieran hechos el uno para el otro, y decime…quien te acompaña en el piano??-
-El Hada Mayor- dije sin titubear tomando sus delirios para conmigo como metáfora a mi favor (-mi profesora de piano podría haberse asemejado a lo que podríamos llamar un Hada Madre…-)

Entonces me dirigió una mirada llena de asombro, aunque también puede describírsela como de espanto o admiración, en realidad, todavía no se que significó esa mirada (-creo que la sugestión está empañando mi intuición-), solo supe que entre aquel viejo y yo comenzaba un extraño vinculo metafísico del cual no saldríamos intacto ninguno de los dos

-y que escribe en su anotador?-
-cosas…-
-que cosas…-
-cosas de la vida…y del destino…-
(Mr. D!!!) –si, conozco a ese hijo de puta. Tomamos mate? Yo traje-
-No gracias, tal vez te…-
-no toma mate?-
-no. Prefiero el te…-
-bue…no traje te, traje mate, así que yo tomo mate y ud…….. no toma nada, por pretencioso!-
-jeje…es que el mate me da acidez…soy muy delicado del estomago. Mi madre cuando de Francia huíamos a México me enseño que debíamos hervir el agua para poder beberla estemos donde estemos-
-Huían de la guerra?-
-Si.-
-De los nazis…Ud. es judío verdad?-pregunté mientras sacudía la yerba dentro del mate como si fuera un cóctel.
-de familia judía, algo burguesa claro, y… marxista-
-ah…o sea que después de la Segunda Guerra ya no lo perseguían por judío sino por comunista…-
-En realidad siempre fuimos perseguidos por las dos cosas…o mejor dicho por las tres, aunque personalmente nunca me sentí parte de ninguna…-
-y porque piensa que soy un hada?-
-Por que lo sos- su mirada de consternación me helo la sangre un segundo…

Me quede observándole las manos. Grandes y arrugadas, pecosas y con las venas pronunciadas…”manos de trabajador” pensé, manos gastadas…corroídas por la necesidad de quien debe ganarse el pan día a día con el sudor de su frente.

-pero del destino suyo o del de otras personas escribe?…-me escuche preguntar con la mayor de las naturalidades.
-al principio yo pensaba que solo el de otras personas, gentes que solo existían allí donde yo mismo las imaginaba…pero un día todo cambió de repente…-
-…y ya no se trataba solo del destino de aquellos seres in situ, sino del suyo propio aquí afuera…pero ligado especialmente al de ellos…-razoné en voz alta y lo mas extraño es que lo dije sin saber que lo estaba razonando, fue como si las palabras que salían de mi eran escuchadas por mis oídos como algo novedoso, como si fueran palabras de otro pero pronunciadas en mis propios labios. Es como si a veces pensara con tanta velocidad que hasta yo misma me entero de mis conclusiones mientras las estoy diciendo.

Me miró con lágrimas en los ojos y no hubo falta que me explicara más nada. Yo entendía perfectamente lo que me decía…sobre todo entendía la emoción que provoca ser de pronto reconocido como sujeto (-y no objeto-) de sufrimiento por el otro, cuando todo alrededor parece enajenarse de uno a tal punto que la introspección resulta el único espacio de libertad apacible, cuando nuestros pares humanos nos miran con desprecio, nos hacen desaires o nos condenan al territorio miserable del olvido, al exilio de la inhabitable exclusión, al naufragio de nuestro mundo incomprendido, inabordable, desdeñado… en el inabarcable océano del ostracismo.

Yo, vengo a ser el hada redentora, como el ave que surca el cielo dando esperanzas al náufrago de tierra cerca… Lastima que no soy un hada, lastima que yo también estoy bastante ausente en este mundo y lo que convive con el de mi es tan solo un holograma en blanco y negro que pocas veces es siquiera advertido.

Me gustaría poder creerle…pero en mi lado del abismo las cosas son algo más complicadas, por lo menos me quedo con la idea simbólica, con la metáfora transgresora de la mera silueta holográmica a través de la cual me vinculo con este mundo grisáceo. De pronto es lindo también que alguien, si bien a su manera, pueda en mi reconoce alas multicolores y alma llena de magia, cosa que me hace sonreír y sentirme feliz aunque sea por un rato, aunque sea durante esta fantasía proyectada por un sueño de locos, que como pocos, se vinculan conmigo sin ningún interés de por medio.

-y como fue el día que cambió todo de repente?-
-para contarte eso…tendría que comenzar desde el principio-
-tengo tiempo…-
-vos tal vez, pero yo no tanto…-miró a su alrededor con aires de desconfianza y tomo su libretita con cierto nerviosismo- debo volver a mi cuarto…-se levantó y comenzó a irse…Los gatos se escabulleron por diferentes lados como huyendo bruscamente.
-…el domingo que viene entonces?- le grité poniéndome de pie cuando el ya estaba atravesando la puerta hacia el pasillo. Pero pareció no escucharme.

Junte mis cosas para volver a casa.


El Planeta de Rantes

Atravesé el pasillo silbando la marsellesa, y me cruce a mi amigo Rantes que parecía disfrutar de su popularidad por detentar el monopolio de la asignación del Hada Madrina que todos ambicionaban, mito al que Félix contribuyó seguramente con especial ahínco.

-Me olvidé de contarte!- me dijo exaltado mientras me acompañaba a la puerta- acabo de hacer un nuevo descubrimiento cruzando datos del Necronomicon con las profecías mayas…-
-Así que existía nomás el Necronomicon!- dije con una ironía que por supuesto el no pudo descifrar -…lo que no entiendo es que tiene que ver una cosa con otra- agregué frunciendo el ceño
-Oíste hablar del Cinturón de Orion?-
-por supuesto.-
-y las pirámides que fueron construidas a imagen y semejanza…-sacó un papelito todo doblado donde me mostraba una impresión bastante mala de una fotografía satelital de las pirámides construidas en orden a las “Tres Marías”-
-…conozco la mitología egipcia si, lo que no entiendo es que vienen a hacer los mayas en todo esto- guardó ese papelito y sacó otro donde me mostraba ahora otra imagen del espacio que ya no pude reconocer-
-eh…dejame pensar, ay nose… una galaxia nueva?? –
-no! Ese acá mirá, es el Hercolubus!-
-ah si…-dije sin haber llegado a visualizar absolutamente nada en la foto-…estamos hablando del fin del mundo?- agregué intuitivamente-…. también esta en las profecías de Nostradamus, pero aun mucho antes ya lo mencionaban los babilonios, el Coran, la Biblia…y por supuesto los grandes astrónomos mayas-
-es varias veces mas grande que Júpiter y pertenece a la constelación del Cinturón de Orion…cuando entre a la orbita de la tierra comenzara el Apocalipsis…-
-ah,….y yo que pensaba que ya había comenzado…- ironicé mientras desenvolvía un caramelo –querés uno?
-es que ya comenzó!, no gracias, Hercolubus esta en Plutón! Viste la seguidilla de terremotos de 1999, la corriente del niño… -
-el Tsunami!- pronuncié escupiendo inintencionalmente por el caramelo que acababa de meterme en la boca.
-No. El Tsunami no. Eso fue una prueba atómica bajo el océano-dijo cambiando su tono de exaltación súbitamente al de desilusionado.
-que estas diciendo?- rumié mascando
-que fue una prueba atómica bajo el océano-
-si, si …te escuche, pero como sabes quiero decir!-

Y se me quedo mirando con expresión atónita, como si lo que le estuviera preguntando fuese algo tan obvio que asombrara el imposible hecho de que alguien esté realmente preguntándolo.

-Valerio Uvarov…no te acordas? El de bigote grandote que se sentaba en aquella esquina con sus anteojos culo de sifón…-
-si si, el viejo ucraniano, que paso?-
-el estuvo en Siberia y me pudo contar muchas cosas antes de que lo mataran…-
-eh! Pero como que lo mataron! Si se murió acá, yo me acuerdo, se atraganto con un huesito de pollo, pobre tipo encima era medio asmático y …-
-eso es lo que nos hicieron creer, Wanda, pero lo mataron sus compatriotas para que no hablara….ya no bastaba encerrarlo en un loquero, porque los locos si que le escuchábamos…y a ver si todavía nosotros le creíamos!...lo envenenaron!, justo el día anterior al que me estaba por contar lo de su proyecto…-
-que proyecto?- todo aquello empezaba a generar una turbia pesadez en mi alma.
-te lo cuento otro día…, el caso es que yo me metí en su habitación y me quede con su caja de fotos viejas, entre ellas esta que acabo de mostrarte entre otras anotaciones alusivas…-

Me quede observándolo estremecida…pero no porque temiera que el Hercolubus me cayera de pronto sobre la cabeza…sino por el hecho de que sus palabras lo alejaban de mi realidad o me alejaban a mi de la suya … sentí tristeza, odio, espanto, y sobre todo un tedioso vértigo estomacal que me avecinaba la visita de la bestial ominosidad de mi demonio Balthazhar…

-parece que en ese planeta hay vida y nos están protegiendo, o sea se protegen ellos pero también nos protegen a nosotros para que los efectos no sean las catástrofes que se están vaticinando…-
-Hercolubus o bomba atómica…bajo el océano o sobre Nagasaki…el ser humano se va al carajo y no hay nadie que pueda evitarlo….salvo el mismo…y no parece con muchas ganas al respecto…- trague el último vestigio del caramelo
-…lamentablemente yo tampoco comparto el optimismo de Valerio…-
-y los mayas con el Necronomicon que flauta tocan?-dije tratando de convencerme que aquellas sensaciones no eran reales…aunque Balthazhar nunca se anunciara antes de dar su aparición.
-eso fue lo mas extraordinario!...en una de las páginas del Necronomicon encontré que….-comenzó a narrarme fascinado…

Y continúo hablando y hablando, pero su voz fue tornándose un eco que se me hacia cada vez mas inalcanzable… hasta que un grito de alerta en la iracunda voz de Némesis en mi interior puso a toda su tropa en desplazamiento defensivo y una especie de cortocircuito me hiciera una patada de electricidad en todo mi torrente sanguíneo, por lo que ya no pude seguir escuchándolo.
Mire a los lados sin dejar de aparentar estar dedicándole a Rantes mi mayor atención. El corredor se veía para mí como el interior de una bóveda subterránea que me generaba una fóbica conmoción respiratoria.

(-Wandaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!- me resonó el llanto de mi tipito desesperado– salgamos de acá ahora!!!!!!!!!!!!!!!!! ya ya ya ya ya ya ya!!!!!!!!!!!-)

Ahora estaba mirando la cara barbuda de un Dr. Que me explicaba que lamentablemente el horario de visita había terminado. Rantes le hacia un desaire de desprecio inocultable. Creo que abrace a mi amigo y me despedí “hasta el domingo que viene”….la espesa barba se dirigía a mi en un tono suspicaz con un lenguaje indecodificable para mi tipito ahora….solo puedo estar segura de que le concedí una sonrisa en calidad de gesto de cordialidad mientras me iba con la mayor de las simuladas tranquilidades fuera del establecimiento.

Una vez en la calle el estruendoso paso de un colectivo destapó mis oídos como el corcho de una botella. Intenté respirar profundo y me ahogué. Tres veces. Tosí fuertemente y se me soltaron unas lágrimas.

Comencé a caminar como cualquier transeúnte despreocupado hasta que al llegar a la estación un hombre corpulento me pasó por encima como si yo fuera invisible. Lo insulté con una voz gutural enraizada en una descomunal ira completamente desproporcionada al hecho acaecido por el cual el hombre no sin detener su paso todavía se había dado vuelta para disculparse.

Mi grito volteó todos los rostros del andén hacia el mío, que ahora desbordaba en odio hacia toda la maldita raza humana. Bastaba el mas minúsculos de los roces con cualquier otro despreciable de estos seres inmundos para que yo detonara la materialización de mi propia violencia sobre todos y cada uno de ellos sin dudarlo.

Sin embargo aquel hecho me había exorcizado al menos por el momento de la presencia de mi demonio y Némesis se alejaba cabalgando velozmente hacia las montañas de hielo.

Viaje parada todo el camino y lo único que podía pensar era en que de ser un hada lo soy bastante belicosa y las contradicciones en torno a ello me fueron dando gracia y así fui calmando mi ánimo (-…y por mi que se haga mierda el Hercolubus ahora mismo contra el tren hijo de ()/”•)(/”)(&&$%”% y la recalcada )=(“•=)•$(“=/• su madre!!!- blasfemo mi tipito durante todo el viaje)

De "El Endemico Impostor y sus antropomorfizaciones alegoricas" -

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