
Que alegría, vivir
Sintiéndose vivido
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mi, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías
- azogues almas cortas - aseguran
que estoy aquí, yo inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
Porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida - ¡ qué transporte ya! -, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.
(Pedro Salinas
~La voz a tu debida~)
Yo entendí. Porque en el fondo compartíamos esa misma maniaca forma de exorcizar la impotencia que surtían los obstinados empecinamientos del atroz mandato impuesto por la caprichosa mano (más o menos) invisible del Sr. D. y su filatería barata de contra-confabulaciones teleológicas. Escribir, como una descarga (-o una “recarga”-).
Voy por el pasillo hacia el cuarto de los Dres. buscando el rostro del psiquiatra barbudo que atiende a Rantes.
Me siento como la mariposa rosa y gris que estampa mi cuaderno de notas. Pero en eterno metamorfoseo entre larva y libélula. Por momentos soy gusano encapullado y por momentos la mariposa desplegando sus hermosas alas en su intrépido vuelo. Pero casi siempre soy ambas. A la vez.
(-No sólo queres corregir el error. También queres cambiarlo por otro. La muerte de éste… es alimento de aquel... Elíptica cadencia ecosistémica. Pero vos sentís culpa de tu hambre. Y arrebatás las fauces del depredador opulento con tus agitadas alas de mariposa, rosa y gris-.
Ir al puerto a encontrarme con tu desencuentro. Cambiar las luces que dan al espejo. Trajinar adoquines deshabitados. Ojos como aljibes…) Profundos recovecos.
Zumos,
surcos,
humo…
(-La esquizofrénica quietud del pueblo fantasma. Mi pueblo. Mis fantasmas. Y el espanto a contra mano del torrente sanguíneo. Nada más que el espanto…Alas rosa y gris abatidas por el ansia devorador de tu ávido aliento-).
Me gustaría tener donde anotar todo esto que estas diciendo…pero para cuando pueda hacerlo ya voy a haberlo olvidado por completo. Quisiera que pudieras guardarlo y repetirlo exactamente como ahora, luego (-puedo intentarlo, pero nunca voy a repetirlo igual-dijo mi tipito desalentado). Que lastima.
Me detuve al llegar a la puerta de la sala donde siempre se reúnen médicos y enfermeras. Golpeé. No hubo respuesta.
Tome el picaporte y sentí que giró demasiado veloz y bruscamente se abrió de un tirón. Algo me dio en la cabeza.
-Uy…perdón!- me dijo un mentón que acababa de impactar contra mi nariz- no sabia…-
-está bien…está bien…-dije agarrándome la nariz – no es nada…-puso su mano en mi hombro y me invitó a pasar y tomar asiento.
No lo puedo creer…¿es ella?...la muchacha del tren con aroma a canela…es ella? Esta aquí? O… ¿Sigo dormido?
-segura que estas bien?- dijo frotándose los ojos como si el golpe lo hubiera aturdido.
- si, si…yo…había golpeado pero… como nadie contestaba…-comencé a titubear- No debí entrar, disculpe-
-no, no por favor, tuteame…- entonces por primera vez levante la mirada hacia él
-Esteban, un gusto-
Una extraña sensación de intimidación me provocó desviar la vista…
Sus enormes ojos de pinos en llamas... no puedo dejar de mirarlos…es como si me hechizara. ¿Y si se da cuenta?. Soy un idiota…mejor le ofrezco un café…no, no eso va a ser más obvio todavía….No sé qué hacer!! …no se qué hacer!!…
-Wanda …-conteste correspondiendo el saludo, la voz me salio ahogada y casi imperceptible. Se rió (-le causa gracia….porque!?!?!!, no te rías!-).
Que idiota!! me empiezo a reír sin sentido!!… ya se debe haber dado cuenta …
-Yo escuché tu llamado…pero…tardé porque…-se inclinó hacia mi y bajo la voz- me quedé dormido después del almuerzo- hizo una expresión de “ups” en su rostro sacando a penas la lengua entre sus dientes, guiñando un ojo y encogiéndose de hombros. Imagen que mi tipito luego repasaría en mi mente con su control remoto una y otra vez. Rew, Play Rew, Play… -…te pido que no lo comentes por favor-
No puedo creer que haya acabado de hacer ese gesto con mi cara!..como pude! Que tarado! Si si soy un tarado!
-No hay problema- sonreí (-le estas coqueteando-Rew, Play, Rew, Play…).
-Estaba buscando al psiquiatra que trata a un amigo mío que esta internado aquí…pero la verdad no me acuerdo su nombre, solo recuerdo que tiene una barba enoooorme…-hice el gesto de “barba enorme” estirando la mano bajo mi barbilla (-mi tipito me miro con cara de estar sintiendo vergüenza por mi-).
-Ahhh si, nop, pero nop… no va a poder ser eh…-dijo meneando negativamente su cabeza-… salió de vacaciones. Pero podes decirme a mi….yo lo estoy cubriendo-metió las manos en el bolsillo del delantal predisponiéndose a escucharme. (-porque los médicos siempre se meten las manos en los bolsillos cuando los pacientes les hablan?- cavilo mi tipito).
Por favor que nadie nos interrumpa, menos la barba del Dr. Schwarstein …que si se entera me mata.
-Ok. Resulta que recibí un llamado de mi amigo Rantes diciéndome que debía realizar un viaje. Pero yo se que no tiene permiso para salir de aquí…quisiera saber que le esta pasando… -frunció el ceño y puso expresión de preocupado. Por dios que no le haya pasado nada malo…
Por dios…quien es ese Rantes!!!!. Tengo que pensar, rápido pensar…pensar…necesito una señal, algo… por favor…
-Tal vez Félix sepa algo sobre el…Rantes confía mucho en el…bueno, como casi todos los internos…por ahí le haya contado algo…no sé, ¿podría ver a Félix?-de pronto su rostro se paralizó atónito como si hubiera tenido una revelación
Ella es el hada! Ella es la que habla con Félix…? la que me preguntó la hora en el pasillo…
-…claro! Justo lo que estaba pensando…Félix tiene que saber!. Acompañarme vamos a buscarlo-dijo invitándome a salir al pasillo.
-¿y a Félix de donde lo conoces?-
-En realidad de acá, yo venia a visitar a mi amigo pero un día me lo presentó para que charlara con el…y me contó que había estado escuchando mis cintas de clarinete que le pasó Rantes, porque su Dr. quería agraciarse con el y entonces…le había facilitado un walkman y unas pilas recargables. La música clásica parece ser un remedio irremplazable para el-
Viejo ladino…sabe perfectamente que me quiero ganar su confianza. ¿Clarinete dijo?....
-y dice que yo soy un hada, entre Rantes y el parecen haberse puesto de acuerdo en esa fantasía y ahora no puedo despegarme de esa imagen que tienen de mi- me miro y otra vez volví a sentir que mi sangre burbujeaba como una gaseosa agitada. Doblamos el pasillo.
-Si…tiene algunas ideas fantásticas…estoy analizando sus transferencias…su mitología interior…sobre todo lo que escribe en su libreta-
-pero como llego acá?...hace mucho que esta?...que le paso?-
-bueno…en realidad todo comenzó por un intentó suicida arrojándose a las vías… pero, mucho antes de que llegara el tren…bueno en realidad el subte. Sin embargo cayó tan mal con la cabeza que perdió la motricidad por unos meses, pero logró dejar la silla de ruedas y ya camina por sus propios medios. La verdad es que tuvo un progreso fabuloso desde que llego aquí. Ahí está en el banco de siempre sentado con sus gatos-
Yo me había quedado completamente estupefacta después del relato que acababa de escuchar. (-ahora entiendo…-). Shh!! Yo también. (-no digamos nada-). No.
-Voy yo y le pregunto…es mejor que vos esperes acá y preferentemente que no te vea- dijo tocándome un hombro
-si si, yo espero- Igual no me puedo mover…esto es increíble!
Esto es increíble!,parece que eso de que el universo conspira… se cumple esta vez a mi favor!...
-Buen día Félix…-
-no falta para que nos veamos?-
-si pero vengo porque necesito hacerte una pregunta-
-el hada esta buscando a su amigo…pero no va a encontrarlo…Rantes se fue a cumplir con su destino-
-lo conoces?-
-no. No tengo que conocerlo para saber lo que digo-
-y a donde decís que se fue-
-a cumplir con su destino…-
-Adonde, Félix?! Físicamente digo!-
-adonde queda su destino?...no se…eso si que no lo puedo saber, pregúntele al hada…ella sabe más que usted y que yo aquí, y dígale que no hace falta que se esconda…que es inútil, las hadas se perciben siempre, como la magia…-
-si se fugó estamos en un grave problema Félix, asique mejor que colabores conmigo en esto…-
-lo siento…lo único que puedo decirle es que la cárcel del silencio no tiene celdas de a par-
Carajo!.
Ahí vuelve. Se parece a … (-empezás a recordar con el alma y no con la mente…-). No sé qué es lo que intentas decirme, pero es que… es la primera vez que me afecta tanto una mirada. ¿Será el?...¿será? o es otra de las holográmicas visiones de mi (no tan) inconsciente necesidad de vinculación con el otro.
-No importa si te ve-dijo atravesando la puerta-ya sabe que estas aquí-
-qué?...como?... que paso? Dijo algo??- me tomo suavemente del brazo para que lo acompañara. Parecía enojado-pasa algo malo?-
-ahora esperarme aquí un momento-dijo y lo perdí al doblar el pasillo. Habían pasado como unos 15 minutos cuando veo al Dr. Barbudo entrar al edificio. Me puse de pie y comencé a caminar por el pasillo. (-me parece que a alguien se le terminaron las vacaciones-dijo mi tipito denotando felicidad en su tono). Mejor me voy antes de que a Esteban se le caiga la coartada (-y no queremos que el sepa que nosotros sabemos…-). No, no.
Me ajuste el bolso al hombro y me retiré suspicazmente a tiempo.
De "El Endemico Impostor y sus antropomorfizaciones alelogricas" -
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