¿Cómo ganarle a la Nada? ¿Cómo ganarle? Yo se la trampa. Yo conozco la trampa, pero no puedo avisarle. El otro tiene que entender. El otro tiene que encontrarla. Y yo no sé esperar. La totalidad del abismo se reduce en lo inabarcable. Puedo pensarlo. Puedo sentirlo. Pero no puedo tangibilizarlo. Intento, una y otra vez. Intento. Y sin embargo, Nada. Dentro de unos años igual, pero con menos tiempo. Si fuera todo tan absurdo, nos daría lo mismo. A mi no me da lo mismo. Entonces algo pasa. Algo tiene que perdudrar. Más allá de los diferentes "caminos", (birfurcanciones intransitivas), hay un -por así llamarlo- "destino". Perceptible. Comunicable (pero intransferible). La realidad es la mortalidad, indefectible, finita, contable. La verdad es perenne, inabarcable, innacible. Y yo conozco la trampa. Si te pudiera explicar...pero no puedo. Esta es la parte que me toca a mí. Y no puedo avisarte. No puedo decir tus lineas, ser ambos. No funciona asi. Tal vez nunca las digas. Yo, sin embargo, no puedo evitarlo. Camino (o bifurcaciones intransitivas). La Nada es un zapato sin horma. Destino. Vos nisiquiera estás en ninguna de tus formas.
De “Falsaciones para tercas resignaciones y otros arrebatos”
De “Falsaciones para tercas resignaciones y otros arrebatos”
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