Pienso, luego, hago como que existo...

No temas. No tengas. No veas. No es. Que es.

Que pensar de todo esto?. No puedo pensar. No puedo creer. En realidad las cosas son mas faciles cuando se las ve a la distancia, y es mas fuerte el deseo de tenerlas, de hacerlas propias, de degustarlas, y al final, cuando se esta tan cerca… todo se contrae, y parece menos brillante, menos impresionante, menos intenso…a pesar de que nunca lo haya sido. Y todo eso lo hace más atractivo aun, y la curiosidad monta en esena su afan por descubrirlo todo y consumarlo. Pero no es lo que pienso, porque lo que pienso es lo que yo manejo. Yo digo que si y que no, como y cuando, de que manera y en que sentido. Pero si lo siento divago. Puedo manifestar logicas contradictoras y hasta paradojas insostenibles, porque la codificacion destruye su esencia. No queda otra mas que tomarlo o no tomarlo. Sentirlo para adentro o para afuera, pero sentido al fin (todo lo que se siente siempre decanta…)
Y como sea, la construccion que manipuleamos hacia fuera nos manipulea desde dentro hasta que o nos sometemos o nos revelamos. Pero no temo. Tengo, creo, todavía algo que esperar. Tomo de eso su esencia y sigo viaje, pero no avanzo sin intensionalidades, cada paso que doy lo hago con la cabeza puesta en un objetivo (a veces con la cabeza se trazan mapas que el corazon no sabe leer y se termina transformando en un laberinto sin salida), y hacia el camino (hacia el laberinto o la salida). Perdida por perdida, no hay otro rumbo mas que el de la perturbación existencial de haber no sido lo que de todos modos jamas sere, y entristecerme de haber evitado lo que, extrañamente, se que no puedo evitar. Y asi sin ver lo visto, no me detengo a pensar que es lo que deberia sentir. Y siento. O pienso que pretendo que asi es...